10 Errores que no debes cometer al momento de lavar ropa
Vivir solo en tu nuevo departamento conlleva experimentar un sin fin de situaciones. Desde pagar tus propios gastos hasta experimentar contigo mismo tus creaciones culinarias, lo cierto es que independizarse es toda una experiencia. Es en ese momento en el que aprendes a hacer las cosas por ti misma y qué mejor si durante el proceso recibimos algún consejo (ahí es donde mamá entra a tallar), sobre todo si se trata de ciertas tareas del hogar como lavar ropa. Si desde que te mudaste tu ropa limpia no suele ser la misma como cuando la lavaba tu mamá, el detergente se acaba muy rápido, toda tu ropa está desteñida y en general tu lavandería es todo un desastre (¡pobre lavadora!) Ciudaris, inmobiliaria en Lima, hará que hagas un mea culpa mostrándote algunos errores que debes evitar al lavar la ropa.
1. Refregar mucho las manchas de tu ropa
Esto empeorará la mancha y probablemente desgaste la tela. En su lugar, sé cuidadosa y metódica. Limpia la mancha lo más pronto que puedas. Cuanto menos tiempo transcurra, más fácil será quitarla. Siempre límpia con un paño blanco para que los colores no se puedan transferir. Da pequeños toques en lugar de frotar, hazlo desde el exterior para mantener contenida la mancha.
2. Utilizar mucho detergente
El exceso de espuma puede evitar que la suciedad salga de la ropa y quede atrapada en áreas que no siempre se enjuagan bien, como en el área del cuello, lo que lleva a la aparición de bacterias. La solución: utiliza solo la mitad de detergente que normalmente usas, después gradualmente puedes incrementar la cantidad si tu ropa no está tan limpia como quieres. Una excepción: si vas a lavar ropa con agua dura (agua con alto contenido de minerales), puede que quizás necesites utilizar más detergente. Verifica las recomendaciones que aparecen en el empaque del detergente.
3. Llenar incorrectamente la lavadora
Si decides utilizar detergente líquido y programar el nivel de potencia más alto, primero llenas la lavadora con agua, luego, agregas el jabón y finalmente añades la ropa, ¿verdad? Bueno, no es así. Los pasos mencionados eran para prevenir los residuos en las telas y en la lavadora. No obstante, los detergentes modernos no contienen fosfato y no dañan la ropa como antes. A menos que uses lejía, no añadas tu ropa después de llenar la lavadora con agua. En su lugar, utiliza el siguiente orden para distribuir el detergente: ropa, luego agua, y jabón/detergente.
4. Lavar una prenda que tiene en su etiqueta «lavado en seco»
Esto necesariamente no es una metida de pata. La mayoría de la ropa que se lava en seco pueden lavarse también a mano y secarse al aire libre. Esto incluye las telas naturales, como el lino y en su mayoría la seda. Te recomendamos primero verificar si la prenda se destiñe. Para ello, humedece un hisopo de algodón con detergente suave y aplícalo sobre una costura oculta para saber si sale color. Si no es así, entonces lava la prenda con detergente una o dos veces, luego enjuaga e inmediatamente pasa sobre la prenda una toalla para quitar la humedad. No obstante, hay telas que sí deben lavarse al seco como el cuero, gamuza, cualquier prenda con adornos y piezas estructurales (como los blazers).
5. No subir por completo los cierres
Los metales del cierre de tus casacas o pantalones pueden engancharse en la ropa delicada y de tejido al lavarse todos juntos.
6. No nivelar tu lavadora
Si tu lavadora no está bien ubicada, las vibraciones pueden dañar el piso de tu lavandería y prematuramente desgastar componentes clave, como los amortiguadores y las unidades de rodamiento. A esto le puedes sumar tener que escuchar ese horrible sonido que emite. Por ello, te recomendamos colocar un nivel en la parte superior de la máquina y ajustar las patas que usualmente tienden a enroscarse y desenroscarse. Si esto no ayuda, fortalece el piso con una pieza de contrachapado de 3/4 de grosor que sea más larga que la base de la lavadora. Esto ayudará a disminuir las vibraciones.
7. Dejar que la secadora «descanse» entre cada descarga
Algunas personas gustan esperar una hora luego de terminado el ciclo de secado antes de poner una nueva descarga de ropa. Pero lo cierto es que poner una descarga después de la otra es astuto y eficiente. Esto te permite aprovechar el calor del ciclo anterior, y ahorrar energía.
8. Hacer caso omiso al ciclo de planchado permanente de tu secadora
Este ciclo de temperatura media con un periodo de enfriamiento al final es a prueba de arrugas. Más consejos: no llenes la secadora con mucha ropa, esta necesita secarse libremente o de lo contrario se arrugará. El mismo consejo es útil para cuando utilices la lavadora. Cuando hay mucha ropa, esta se arruga y también impide que se lave correctamente. Como si esto fuera poco, provoca presión en los amortiguadores y las unidades de rodamiento, desgastándolos prematuramente. Finalmente, para las personas que les gusta «dejar para mañana lo que pueden hacer hoy «, va este consejo: las arrugas se eliminan realmente cuando aún la prenda está caliente, es decir, recién salida de la secadora ( o si prefieres, salida directamente de la montaña de ropa que tiraste en tu cama). Dale una rápida sacudida a tu ropa para que no se formen arrugas. Si no tienen tiempo de doblar tu ropa inmediatamente, sacude tu ropa y estírala en la canasta de ropa, una encima de la otra hasta que puedas doblarla.
9. Tirar tus medias en la lavadora
Un consejo que te ayudará mucho: antes que coloques cualquier prenda, primero coloca las medias en la lavadora, de esta manera habrá menos probabilidades de que se adhieran a otras prendas y luego se pierdan.
10. No limpiar tu secadora (y lavadora también)
Aunque después de cada uso limpies el filtro de tu secadora (lo haces, ¿verdad?), con el tiempo la acumulación de pelusa puede obstruir el conducto de esta y provocar un incendio. ¿Como saber si tu secadora está obstruida? Bueno, cuando demora más de una hora en secar ropa. Por eso te recomendamos que una vez al año desconectes la manguera de la parte superior de la secadora e introduzcas un cepillo largo para quitar la pelusa. También una vez al año limpia el filtro de pelusas de tu secadora como de la lavadora con un pequeño cepillo y un poco de detergente. Luego enjuaga y déjalo secar por completo. En cuanto a las lavadoras, es recomendable limpiarla también cada cierto tiempo (sí, las lavadoras necesitan limpieza). Para ello existen una pequeñas pastillas que retiran los residuos causantes de mal olor.
Esperamos que estos consejos te ayuden a mejorar tus hábitos de lavado. No solo cuidarás mucho mejor tu ropa, sino que al evitar estos errores también ahorrarás energía, cuidarás tus aparatos, entre otras cosas más, lo cual beneficiará tu economía.
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