Cuatro consejos para vencer la flojera de los lunes

Como los lunes se conocen por ser un día de recuperación, tiene una mala reputación por la poca productividad y la excesiva procrastinación. Si aplazar las tareas siempre parece ser lo único que se puede hacer los lunes, el problema puede ser que uno simplemente se sienta abrumado por todo lo que se necesita hacer antes de que el día acabe.

Antes de que conviertas este lunes en otro día para procrastinar, asegúrate de leer estos cuatro consejos que Ciudaris Inmobiliaria en Perú reunió para que puedas vencer las mañanas de flojera de los lunes y puedas cumplir todos los objetivos del día.

Descompón las tareas grandes

Si uno tiene un gran proyecto esperando cuando se llegue el lunes a la oficina, lo más probable es que aplacemos el momento de empezar porque no estamos seguros en dónde comenzar. No te preocupes, es natural sentirse abrumado por el gran tamaño de la tarea.

Para combatir este problema común, busca manera de descomponer la tarea: en vez de tener que leer todo un libro de 300 páginas, tu meta será leer un simple capítulo. De igual manera, si tienes que organizar la oficina, empieza por una parte y luego sigue con lo más pesado. Aunque al final debas cumplir con toda la tarea, los objetivos inmediatos que te obligas a cumplir son más pequeños y fáciles de realizar. En vez de cumplir un objetivo gigantesco, tendrás tareas más pequeñitas que cumplir.

Echa un vistazo a tu correo

Incluso si no eres la persona que trata con el correo del trabajo durante el fin de semana, todas las compañías tienen a una persona que lo hace durante la noche del domingo. Si en general llegas el lunes por la mañana y te encuentras con una bandeja de entrada rebosante de correos, tal vez quieras postergar revisarlas durante algunas horas. Una mejor estrategia sería ojear la bandeja de entrada apenas llegas. Trata con los mensajes más urgentes primero y etiqueta los siguen una vez terminas con los tareas más importantes.

Escribe una lista

Aunque suene tonto, escribir una lista a mano con todas las cosas que se deben hacer en el día tiene un efecto extraño y a la vez satisfactorio, en especial cuando empiezas a tachar cada una de las tareas realizadas. De hecho, estudios científicos han descubierto que el cerebro libera pequeñas cantidades de endorfinas una vez se completa una tarea, lo que hace más fácil realizar la siguiente.

Como un bonus extra, mantén un recordatorio visual en el escritorio sobre lo que necesites cumplir, lo cual puede ayudarte a mantener concentrado cuando tus hábitos de procrastinación te harían hacer lo contrario.

Incorpora descansos

A parte de aparecer cuando uno se siente abrumado, la procrastinación puede aparecer cuando uno se encuentra aburrido o fatigado. Aunque suene bien obligarte a trabajar durante cuatro horas completas para terminar un tarea, a tu cerebro puede no gustarle la idea. Para mantenerse concentrado, productivo y así también eliminar el estrés, asegúrate de que incorporar muchos descansos para levantarte y estirar las piernas.

Saber que un receso está por llegar puede ser una gran motivación cuando la procrastinación está luchando por tomar el control del cuerpo. Si prometes que tomarás un descanso si lo necesitas en, digamos, 20 minutos, será más fácil empezar cualquier proyecto porque cualquier puede concentrarse en hacer algo por solo 20 minutos. Si sientes que después de esos 20 minutos ya no necesitas de descansos, podrás seguir trabajando.

Solo asegúrate de tomarte unos minutos para descansar después de cada dos horas. Si no, la fatiga puede hacer que las sesiones de trabajo largas sean menos productivas.

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