5 Causas principales de extrema fatiga
¿Alguna ves te has sentido tan débil y exhausto que ya no sientes que eres la misma persona de antes? Qué pasó con aquellos años cuando estabas lleno de vibrante energía? ¿aquellos años donde podías estar activo todo el día y no cansarte? ¿Qué pasó con aquellos años cuando despertabas renovado e ibas a la cama satisfecho con el día y con todo lo que habías experimentado?
La realidad es que cuanto más rápido, eficiente y más demandante se convierta nuestra sociedad, más es la presión que experimentaremos en nuestras vidas laborales. A medida que la seguridad laboral, la ensoñación sin rumbo, calidad familiar y el tiempo con uno mismo se convierte en cosa del pasado, nos sentimos cada vez más presionados, agobiados y aplastados en los pequeños y estrechos moldes que el mundo corporativo determina para nosotros.
No solo eso, cuanto más ocupados estemos, menos es el contacto que tenemos con nuestros cuerpos, con nuestros seres queridos y con nuestros más profundos sueños para la vida.
Con el objetivo de entender por qué estamos o hemos estado crónicamente exhaustos, es necesario primero comprender algunas de las causas principales de extrema fatiga que podemos o pudimos haber experimentado. A continuación presentaremos 5 fuentes principales de cansancio mental, físico y emocional. Debemos tener en cuenta que la extrema fatiga no afecta simplemente al cuerpo, es también una condición de la mente y el espíritu.
1. Pensamientos y emociones inesperadas
Cuando no somos transparentes con nuestros pensamientos y sentimientos crecemos resentidos amargados y oprimidos. Nos sentimos incomprendidos, dados por sentado o tratados como seres sin valor por otras personas. Aunque podemos culpar a otros por sus personalidades insensibles o intimidantes, es realmente nuestra elección no expresar nuestras auténticas necesidades, deseos u opiniones. No obstante, no confundamos compartir nuestros pensamientos y emociones con refregarselos en la cara de otras personas con ira o desagrado. Para expresar abiertamente nuestros sentimientos y opiniones necesitamos ser firmes pero a la vez ser accesibles y vulnerables, sin dejar de ser serenos.
Solución: Aprender a ser asertivo y aprender a comunicarnos abiertamente, pero con confianza es una habilidad vital que impedirá reprimir nuestra autenticidad.
2. Rehusarnos a enfrentar o aceptar sentimientos incómodos
¿Qué ocurre cuando nos rehusamos a experimentar por completo el duelo, la vergüenza, el enojo u otra emoción intensa? La respuesta es la creación de una gran cantidad de carga psicológica que poco a poco nos irá consumiendo y cuando menos lo esperamos saldrá a relucir de la peor forma. Debemos entender que no es malo o nefasto acoger emociones incómodas u oscuras, ya que ninguna emoción es buena o mala por naturaleza, simplemente es agradable o desagradable, constructiva o destructiva.
Solución: Prestar atención a los sueños que expresen represión o emociones escondidas en interminables conjuntos de simbolismo y metáfora. Quizás un sueño recurrente sea el caer, que puede representar un miedo no reconocido; o soñar con fuego o diferentes formas de destrucción, lo cual puede representar un enojo no reconocido. Una vez que se descubra lo que estamos reprimiendo, hay que enfocarse en una recuperación paso a paso. ¿De qué forma sana podemos expresar nuestros sentimientos ocultos?
3. Traicionarnos a si mismos
Cuando nos traicionamos a si mismos, nos rehusamos a admitir nuestras esperanzas, sueños y deseos de la vida como algo valiosos o digno. Asimismo, cuando nos defraudamos a si mismos, escuchamos únicamente la voz de la mente racional y mental que nos dice «madura», «sé responsable», «haz tus deberes» y «sé un buen ciudadano», en lugar de balancear estos pensamientos con la voz del corazón que nos dice «sigue la felicidad», «disfruta la vida», «toma riesgos», «sé libre». Además, cuando nos traicionamos a si mismos, terminamos haciendo lo que los demás dicen que debemos hacer. En esencia es reemplazar nuestras verdaderas necesidades por las expectativas, juicios y demandas de otros.
Solución: Preguntémonos, ¿qué es lo que realmente nos gustaría hacer ahora mismo con nuestras vidas? Podemos reflejarnos al pasado y redescubrir un ultimo sueño, que sacrificamos en aras de encontrar la «aceptación» o ser «normales». ¿Qué emociones surgen cuando descubrimos que nos hemos traicionado a sí mismos? y ¿qué podemos hacer para enfrentar la situación con valentía y humildad?
4. Desconectarse de nuestro cuerpo
Cuando no estamos en contacto con nuestros sentimientos, pensamientos, necesidades y deseos, también estamos distanciados de forma natural de los requerimientos de nuestros cuerpos. El rápido ritmo de vida, la sociedad materialista y las estructuras familiares rara vez motivan el desarrollo de la conciencia, la cual es quizás una de las habilidades vitales y necesarias para funcionar de forma saludable.
Solución: Podemos considerar cambiar nuestra dieta, aprender sobre nuestra intolerancia a ciertos alimentos (como el gluten), dormir más, sacar de nuestra vida situaciones de estrés innecesarias y personas, y comprometernos a realizar actividad física diaria. También podemos retomar contacto con la naturaleza, que es una forma muy poderosa de recuperarnos de la extrema fatiga.
5. Mucho ruido, menos tiempo a solas
¿Cuán a menudo podemos sentarnos, relajarnos y no preocuparnos de nada o de no hacer nada? Con qué frecuencia podemos sentarnos en los exteriores y disfrutar del sol y el sonido de los pájaros? Con qué frecuencia se llega a una introspección y reflexión sobre nuestra vida o lo que significa para cada uno? Debemos tener en cuenta que mirar televisión o navegar por Internet es divertido, mas no significa un momento de soledad o tiempo para uno mismo. ¿Por qué? porque estas formas de entretenimiento se utilizan en su mayoría como formas de evasión o adicción.
En soledad podemos ser aún nosotros mismos, en el momento presente y en el estado presente de nuestras vidas. En soledad podemos reflexionar nuestras acciones y elecciones pasadas, así como nuestra futura dirección. En soledad podemos dejarnos llevar por nuestras pasiones creativas y la búsqueda de nuestros sueños.
Solución: ¿Qué momento del día podemos destinar para pasar tiempo solos, sin ninguna estimulación o escapismo? ¿Qué podemos hacer o no hacer, en ese momento a solas para retomar contacto con nuestro centro lleno de sentimiento?
Existe muchas causas de extrema fatiga, y como hemos visto, todas están relacionadas a nuestro bienestar físico, emocional, psicológico y espiritual. El viaje de recuperación comienza con el desarrollo de la auto conciencia y la voluntad para ser honestos con nosotros mismos. No debemos olvidar que ser responsables con nosotros mismos es el comienzo para superar la extrema fatiga.
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*Traducido y adaptado de Loner Wolf